Mantener el equilibrio en cualquier condición

 Mantener el equilibrio en cualquier condición


Debemos darnos cuenta de que juzgamos al mundo según nuestra condición: cuando estamos felices, pensamos que todo el mundo está feliz y cuando nos sentimos infelices, pensamos que todo el universo es infeliz. Hay muy poca gente que pueda participar de las emociones y los sentimientos de otras personas. Un dicho maravilloso dice: "aquel que puede sentir la felicidad en la felicidad de otras personas y el dolor en el dolor de otras personas, es un gran hombre". Pero ¿cuántas personas de este tipo hay en el mundo? Muy pocas. Todos tratan de satisfacerse a sí mismos, nada más. Hablamos sobre ideales elevados, pero no tratamos de realizarlos en nuestra vida. Una vez di una charla en una iglesia de Nueva Zelanda y una persona de mediana edad me dijo: "Swami, usted habla sobre la meditación, sobre la conciencia, pero nosotros no tenemos nada que ver con estas cosas, solamente tenemos que servir a la sociedad".


Yo dije: "Servir a la sociedad es una cosa muy buena".


Después, indagando un poco sobre su vida personal, llegué a saber que se había divorciado solamente cuatro veces. Entonces yo le pregunté: "¿Por quién se divorció usted? ¿Por su esposa, por sus hijos?” Él se divorció solamente para satisfacerse a sí mismo. En consecuencia, estamos haciendo todo para nuestra propia satisfacción, pero usamos muchos pretextos para demostrar que estamos ayudando a los demás. Sin embargo, cuando nuestro interés se ve afectado, nuestra máscara de altruismo desaparece. Nosotros no podremos ser altruistas mientras que no identifiquemos nuestro interés con el interés universal. Tenemos que entrar en nosotros mismos hasta que lleguemos al punto en donde no exista ninguna diferencia entre una persona y otra. Y entonces nos daremos cuenta de que el interés de las personas no me es ajeno, que no es una cosa separada y diferente de mí, y que el sufrimiento de otra persona es como mi propio sufrimiento.


Esto es algo muy importante y por eso necesitamos la espiritualidad. Cada individuo puede gozar su vida separadamente, hasta los animales lo hacen; cuando un perro tiene bastante para llenar su estómago, duerme tranquilamente y no tiene problemas. No podemos decir que cualquier persona que está satisfecha es santa. Yo soy un santo cuando puedo comer bien y dormir confortablemente, pero cuando me faltan estas cosas, pierdo mi equilibrio. La santidad no es una cosa que pueda manifestarse solamente en condiciones normales. Sólo cuando uno puede mantener su equilibrio en condiciones adversas puede llamarse un verdadero santo. 


La santidad no es propiedad de una u otras persona. Y me parece que todo el mundo tiene que volverse santo, todas las personas tienen que adquirir esta cualidad. No es importante si una persona tiene educación o dinero, lo verdaderamente importante es si tiene capacidad de mantener su equilibrio en cualquier condición, en cualquier situación. Esta cualidad no solamente va a afectar la existencia individual o personal de la gente, también va a afectar la condición mundial.


Swami Tilak

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